como puede doler una palabra,
un adiós en lugar de un hasta luego,
un te quiero en el sitio de un te amo,
y un ayer, no un mañana, un nunca más.
cómo puede doler una sonrisa,
una lágrima quieta en las pupilas,
un apretón de manos silencioso
y ese último beso en la mejilla.
como puede doler ese sonido
de la puerta que nunca cruzarás,
un poema de amor recién escrito
y estas letras que nunca leerás.
Lyndi Giacomán