y nos reunimos, nos encontramos, sentados, juntos en el fuego, juntos en la noche...
y vimos las estrellas, la luna y el sol, y lo invocamos al salir y llorábamos al esconderse por cientos, miles de ciclos...
y sentimos el aire, a veces cálido, a veces frío, con las nubes resistimos, solo con nuestra piel...
y nos alimentamos, conocimos lo salados y lo dulce, lo que nos daba vida y lo que nos mataba...
y conseguimos semillas, las guardamos entre nuestros pliegues, nuestro tesoro más valioso...
y caminamos de frente, erguidos, hacia el horizonte y le dimos la vuelta al mundo y el mundo se hizo pequeño a cada paso de dimos...
y dejamos de mirar las estrellas, viajar con las nubes, nos cubrimos del viento y dejamos de leer los ojos de los demás para ver una pantalla de luz artificial...
y perdimos las semillas de nuestros ancestros porque ahora tienen un solo dueño, porque ahora no sembramos...
miramos ahora las estrellas en búsqueda de una para poder abandonar esta tierra, tan pequeña como un grano de sal...
c. althieri
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